El fiscal Rodolfo Moure dio por concluida la investigación que se inició cuando el acusado dejó abierto el Whatsapp Web en una computadora de la comisaría. También están imputados otro hombre y una mujer.
El fiscal Rodolfo Moure pidió la elevación a juicio de la causa en la que está imputado un policía de Mar Chiquita por vender droga, junto a dos cómplices, un hombre y una mujer.
Se trata del caso que se descubrió en octubre de 2017 cuando el uniformado dejó abierto el Whatsapp Web en una computadora de la comisaría y un compañero suyo encontró las conversaciones que tenían detalles sobre las operaciones que consumaba.
Además, el fiscal Moure pidió el sobreseimiento de la empleada de limpieza de la mujer imputada, quien estaba acusada por descartar droga cuando la policía allanó la casa de la entonces sospechosa, ubicada en Castelli al 7000.
Es que para el investigador no tuvo participación en el grupo de los tres detenidos sino que la prueba indica que actuó de esa forma, tirando los estupefacientes por el inodoro, porque se asustó cuando arribaron los uniformados.
Entre los elementos que reunió el fiscal Moure que incriminaron a los tres acusados hay conversaciones telefónicas, chats, audios, declaraciones testimoniales y cocaína y marihuana secuestradas durante allanamientos y detenciones en la vía pública. También hay incautada una sustancia de color blanco, una especie de polvo, que el policía utilizaba para “estirar” la droga que fraccionaba con fines de comercialización.
Por ejemplo, una conversación de Whatsapp sirve para mostrar cómo pactaba las operaciones el uniformado, identificado como Guillermo José Hardoy.
“Escuchame che, el cuqui te decía que no puede, porque acaba de llegar acá también atrás mío, y no tiene la llave, lo suspendieron del negocio”, dice Hardoy. Y una mujer con la que hablaba le contesta: “¿Por qué lo suspendieron?”, a lo que el responde: “Porque el otro día a las siete de la tarde cerramos, pusimos llave y nos fuimos a buscar falopa…”.
Ese chat figura en uno de los teléfonos celulares secuestrados en el marco del operativo. Así como también otra charla, que se reproducirá a continuación:
“Escuchá, escuchá, agarra veinte ‘G’ amigo”, le pide un hombre por Whatsapp. Y Hardoy le contesta: “Bueno listo voy”. Y el receptor finaliza: “Veinte ‘G’ traeme dale abrazo”.
En el mismo contexto, vale agregar que la policía allanó distintos domicilios -entre ellos el de la mujer-, donde encontró restos de cocaína en tubos, que era la forma en la que se vendía la sustancia. Según la reconstrucción del hecho, esa mujer, identificada como María Alejandra Riffo, era la supuesta proveedora de Hardoy y de su cómplice y amigo, Claudio Martín Flacavento. Los hombres, tras recibir la droga, la revendían.
Por último, cabe destacar también que en poder del propio policía Hardoy el personal del área de Drogas Ilícitas encontró 500 gramos de cocaína y 3,5 gramos de marihuana, cuando lo detuvo tras seguirlo cuando salía de su casa e interceptarlo en plena vía pública, en Champagnat, entre Rivadavia y San Martín.